La alternativa se llama MOOC

Captura de pantalla 2013-10-10 a las 13.34.04

Ayer, The World Street Journal llevaba a sus páginas los últimos resultados de los españoles en el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los adultos (PIAAC) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Según este informe, que evalúa el nivel cultural de la población de 16 a 65 años en las 23 primeras potencias económicas del mundo, España es el penúltimo país en lectura (a 19 puntos de la media y sólo por delante de Italia), y el último en matemáticas (a 23 de la media). Y no es que los de la OCDE fueran a Guadalix de la Sierra a preguntar a los concursantes de Gran Hermano. De los 6.055 españoles encuestados entre agosto de 2011 y marzo de 2012, sólo un 4,6% alcanzó el nivel máximo en comprensión lectora, mientras que sólo el 4% hizo lo propio en matemáticas. Por abajo, en cambio, un 27% está en el 1 o por debajo y el 31% en matemáticas, mientras que las medias de la OCDE son de 16 y 19 por ciento. Para hacernos una idea, el nivel inferior a 1 «solo se requiere conocimiento de vocabulario básico y no es necesario que el lector entienda la estructura de las frases o párrafos, ni hacer uso de cualquier otra característica del texto. Las tareas que se encuentran en este nivel no utilizan ninguna de las características específicas de los textos digitales», mientras que en matemáticas «requiere que el entrevistado lleve a cabo procesos simples tales como contar, ordenar, realizar operaciones aritméticas básicas con números enteros o dinero»

¿Qué significa esto a efectos del día a día? Veamos algunos ejemplos ilustrativos que nos proporciona este estudio:

  • El español medio no entiende los gráficos del recibo de la luz, ni sabe comparar precios de hoteles ni es capaz de encadenar cálculos aritméticos de forma correcta para hallar el precio final de la compra. Del mismo modo es incapaz de leer textos complejos como El Quijote (conclusiones del propio Ministerio de Cultura).
  • Un 17% dijeron no tener experiencia previa con el ordenador, frente al 9% de media de los países participantes.
  • Los titulados superiores españoles obtienen la misma nota que los bachilleres japoneses. Es más, hay seis países donde las personas que obtuvieron el título en Bachillerato o en FP de Grado Medio superan las competencias matemáticas de los españoles licenciados por una universidad o con FP de Grado Superior.

Con semejante panorama, no es de extrañar que The World Street Journal diga que «los trabajadores españoles e italianos son los menos cualificados» del mundo desarrollado, y que se refleje en una «perdida de competitividad en la última década».

Precisamente, ese mismo día The World Street Journal publicada un interesantísimo reportaje, elaborado por Geoffrey A. Fowler, sobre los Massive Open Online Courses (MOOC) (y los problemas que están encontrando).  «Nonetheless, you can learn almost anything online—if you put your mind to it». Los MOOC son una modalidad de educación superior abierta y gratuita que ofrece cursos de pre grado a través de plataformas online. El primer MOOC se lanzó en 2007 y actualmente las mejores universidades del mundo (recordemos que entre las 200 primeras no hay ninguna española) están adscritas ya a alguna de las principales plataformas de educación virtual gratuita. Una de las principales es Coursera, con 3,2 millones de usuarios registrados. Fundada por los profesores de la Universidad de Stanford Andrew Ng y Daphne Koller en octubre de 2001, ofrece MOOCs de la Georgia Institute of Technology, University of Washington, University of Edinburgh, University of Toronto, Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, University of California, University of Illinois Urbana-Champaign y University of Virginia, entre otros. En España tenemos a la UNED con sus COMA y  Miriada X, plataforma en español creada por Banco Santander y Telefónica que está animando a algunas universidades públicas y privadas Iberoamericanas  a subir cursos.

Yo mismo estoy haciendo un MOOC de la Northwestern University a través de Coursera en el que se inscribieron 55,403 personas de todo el mundo, aunque sólo la empezamos 13.940 (y terminaremos muchos menos). Por mi experiencia (llevo cuatro semanas), Internet da herramientas más que de sobra para obtener conocimientos con un nivel de exigencia alto y con las facilidades que conlleva hacerlo desde casa. Nuestro profesor prepara unos tres vídeos de 10 a 15 minutos por semana, además de entrevistas a otros autores, material de lectura, un hangout en vivo y foros de discusión sobre las materias o aspectos del curso. Tenemos un examen y un trabajo de unas 300 palabras semanal, y la nota para aprobar es un 7.

Es cierto, y el reportaje de Fowler ahonda en eso, que la educación online puede producir aislamiento (aunque Coursera anima a quedar a los estudiantes de la misma zona a través de Meetup) y que la gratuidad hace que mucha gente no se motive a terminarlo. Pero vamos, que en España doblamos a la UE en tasa de abandono escolar en la educación básica y presencial… Y en relación a la educación de adultos, y en los parámetros en los que nos movemos según la OCDE… ¿no sería interesante invertir en esta tecnología para que la persona que no puede seguir formándose por recursos o tiempo pueda actualizar conocimientos de manera tutelada a través del ordenador? ¿No estaría genial que se obligase a las personas en paro a realizar y aprobar MOOCs con los que van a salir con un certificado oficial universitario en vez del sistema actual de cursos realizados por sindicatos y que no valen de nada? ¿No es más barato subir cursos online que estén disponibles permanentemente que invertir en aulas, desplazamientos y personal? Ahora que en España dos de cada tres hogares disponen de conexión de banda ancha a la Red y la mitad de la población usa Internet a diario (datos de 2012), ¿es una locura impulsar y dar difusión YA una plataforma estatal y gratuita de educación online que aglutine a todas las Universidades Públicas españolas?

De nuevo, Internet nos ofrece las herramientas para cambiar las cosas. Y en este caso, la alternativa se llama MOOC.

Por cierto, si alguna vez has hecho algún MOOC o tienes experiencia con la educación online, me encantaría que dejaras un comentario con tu opinión.

Etiquetado , , , , , , , ,

6 pensamientos en “La alternativa se llama MOOC

  1. jaime dice:

    Totalmente de acuerdo contigo, no he hecho ningún mooc pero si que tengo varios cursos de esos para desempleados y no me han servido para nada, si tuviese tiempo me apuntaba a curso masivo.

  2. Estefanía dice:

    Voy por mi tercer mooc y diría que el nivel es bastante alto, no se si con los datos que aportas sobre nuestro nivel cultural espanol, esas mismas personas superarian los cursos, la mayoría en inglés por cierto. También he hecho un moco en miriadax y cabe decir que la oferta es muy limitada, en cuanto a oferta de cursos.

    • Carlos dice:

      Gracias por tu aportación Estefanía. Efectivamente el nivel es bastante alto en Coursera porque suelen ser asignaturas de libre elección que se imparten en universidades. Pero creo que hay que pensar que el modelo en sí se puede adaptar a diferentes niveles formativos, ¿no te parece? Un saludo.

  3. María dice:

    Hola Carlos, soy María y junto a mi compañera Paula llevamos el proyecto SocialBiblio. Aunque no es un MOOC propiamente dicho, una vez a la semana ofrecemos, de forma gratuita y en un entorno virtual, seminarios online (webinars) de temas relacionados con la gestión de la información. Nosotras estamos muy satisfechas con la acogida que ha tenido entre la comunidad bibliotecaria y de temáticas afines.

  4. […] “La alternativa se llama MOOC “. [En Línea]. CTRL+z. Disponible en: https://controlmaszetablog.wordpress.com/2013/10/10/la-alternativa-se-llama-mooc/. [Consulta: […]

Deja un comentario